Imagen de 90 cm de altura. Inspirado en los cristos de la escuela granadina, casi imberbe y de suave modelado, sin restar por ello, en expresividad y unción sagrada.
La cruz, cilíndrica y arbórea, ha
sido gubiada, policromada y dorada para tener una disposición vertical,
lo que unido a la postura de las manos, en actitud de aferrarse al
stipes, delata la actitud del pequeño simulacro de abrazar por primera
vez el madero y disponerse a iniciar el camino al Calvario.
Como
postizos presenta tres lágrimas de cristal, pestañas superiores de pelo
natural y corona de espinas tallada separadamente del bloque craneal.